El concepto de poder en las relaciones internacionales y la necesidad de incorporar nuevos enfoques.

AuthorCreus, Nicolás

Resumen

El propósito de este artículo es analizar las diferentes concepciones del poder presentes en la disciplina de las Relaciones Internacionales, poniendo de manifiesto la insuficiencia de los abordajes tradicionales y la necesidad de ampliar la perspectiva teórica. De este modo, se espera avanzar hacia una comprensión más profunda y acabada del concepto. Tal como lo advierten muchos autores, es menester romper con la tentación simplificadora de definir el poder exclusivamente en términos de la posesión de recursos. Un avance fundamental radica en reconocer su carácter relacional y explorar las diferentes dimensiones en que opera. La ampliación del horizonte teórico resulta tan necesaria como inevitable.

PALABRAS CLAVE: Poder--Teoría de las Relaciones Internacionales--poder como recurso--poder como relación--dimensiones del poder

Abstract

The purpose of this article is to analyse the different conceptis of power present in the discipline of International Relations, revealing the deficiencies of traditional approaches and the need for broadening the theoretical perspective. The paper thus tries to provide the tools to reach a thorough comprehension of the concept of power. As many authors remark, it is necessary to break with the simplifying temptation of defining power exclusively in terms of resources. An important step is to recognize its relational character and explore the different dimensions in which it operates. Broaden the theoretical horizons is as necessary as unavoidable.

KEYWORDS: Power--International Relations Theory--power defined as resources--power defined as relation--dimensions of power

The concept of power in international relations and the need of incorporating new approaches

INTRODUCCIÓN

El poder constituye un concepto sumamente complejo, pero al mismo tiempo fundamental para explicar y comprender la dinámica de las relaciones internacionales. Tradicionalmente su estudio ha estado muy vinculado a los análisis de la escuela realista, en tanto que desde esta la política internacional se entiende fundamentalmente como una lucha constante por el poder. No obstante, en los últimos años se han suscitado numerosos debates y discusiones al respecto, que exigen ampliar el horizonte teórico e incorporar nuevos enfoques. Por esta razón, resulta conveniente analizar el concepto a la luz de las diferentes perspectivas teóricas presentes en la disciplina. Cada una de estas destaca y enfatiza diferentes aspectos y dimensiones del poder, arribando de tal forma a conclusiones igualmente diferentes sobre su naturaleza y sus usos.

Según Berenskoetter (2007:1), las formas de entender el poder >. En tal sentido, el autor considera necesario >.

En consonancia con estas apreciaciones, el presente trabajo se propone analizar las diferentes concepciones del poder presentes en la disciplina de las relaciones internacionales, poniendo de manifiesto la insuficiencia de los abordajes tradicionales y la necesidad de ampliar el horizonte teórico, a fin de poder avanzar hacia una comprensión más profunda y acabada del concepto. Además, la reflexión sobre el poder es fundamental no solo para desentrañar la complejidad de la política internacional sino también para el análisis y la formulación de la política exterior de un Estado, en tanto que permite evaluar desde una óptica más sofisticada los recursos disponibles y las posibilidades y formas de utilizarlos (Creus, 2011).

En función de las inquietudes referidas y la importancia del concepto en cuestión, en la primera parte del trabajo examinan las diferentes concepciones del poder en la perspectiva realista, entendiéndolas como punto de partida necesario para discutir sobre el poder en las relaciones internacionales. El segundo apartado se concentra en el debate entre la visión del poder entendido como sinónimo de la posesión de recursos y aquella que lo entiende como un concepto relacional. Luego, como consecuencia inmediata del citado debate, en la tercera sección se avanza sobre el estudio de las diferentes dimensiones del poder, relevando las dificultades que evidencian las concepciones dominantes en la disciplina para dar cuenta de la totalidad de estas y su interrelación. De este modo, una vez reconocidas las limitaciones que enfrentan los abordajes tradicionales, en el cuarto apartado se destaca la importancia de considerar algunas premisas constructivistas para optimizar los estudios sobre el poder. Por último, se dedica un espacio final a las conclusiones.

LOS ANÁLISIS DEL PODER EN LA PERSPECTIVA REALISTA

El concepto de poder adquiere una enorme centralidad en los análisis del realismo y constituye el principal determinante para entender y explicar la dinámica internacional desde esta perspectiva. A pesar de esta generalidad, es preciso aclarar que existen diferentes formas de abordar el concepto al interior del realismo (Schmidt, 2007), que se relacionan con sus distintas vertientes--realismo clásico, neorrealismo, realismo defensivo y ofensivo, y realismo neoclásico--.

Es posible identificar concepciones más sofisticadas como la de Raymond Aron, quien reflexiona sobre las relaciones internacionales contemplando una perspectiva sociológica, ausente en el resto de los autores realistas. Este autor no se queda solo con las definiciones del poder centradas en la posesión de recursos, sino que lo aborda como un fenómeno mucho más complejo, destacando su carácter relacional. Según Aron (1962:99), >. A su entender, >. Esta definición conduce a Aron (1962:100) distinguir entre >

Por su parte, Hans Morgenthau --considerado uno de los padres del realismo clásico--, en su obra Política entre las Naciones (1948), también reconoce el carácter relacional del poder, entendiéndolo más bien como un efecto y no solo en términos posesivos. Influenciado por los trabajos de Weber, Morgenthau (1948:51) define el poder como > a lo cual agrega: >. Sin embargo, estas definiciones más complejas y sofisticadas en su esencia, no fueron profundizadas y se desdibujaron luego, producto del énfasis que este autor colocó sobre la posesión de recursos al inventariar los elementos del poder nacional--en un esfuerzo por cuantificar y hacer observable en términos positivistas esta importante variable-- (1). Si bien su enfoque atribuye cierta primacía a los factores materiales, y entre estos fundamentalmente a la capacidad militar y económica, también procura contemplar y dar cabida a otros aspectos importantes.

Cuando procede a inventariar los elementos del poder nacional, Morgenthau (1948:215-294) contempla factores materiales e inmateriales, destacando entre estos últimos la índole nacional, la moral nacional, la calidad de la diplomacia, la calidad del gobierno, la opinión pública. A su vez, el autor distingue a la calidad de la diplomacia como el más importante de todos los factores que entran en la formación del poder de una nación, aunque reconoce que es de naturaleza inestable. El resto de los factores constituye la materia prima con la cual es confeccionado el poder de la nación.

Por su parte, Aron también realiza consideraciones sumamente importantes sobre los elementos de poder que van más allá de lo meramente material. Según este autor el poder no es susceptible de una medición exacta y en tal sentido propone tomar en consideración tres elementos, a saber, el espacio/escenario de acción, los recursos materiales y el conocimiento que permite transformarlos y por último, la capacidad de acción colectiva (Aron, 1962:108-111). Resulta evidente que en el pensamiento de Aron e incluso del propio Morgenthau, la naturaleza de la realidad investigada, es decir la ontología del poder, se presenta sumamente compleja y difusa, por lo cual requiere un abordaje igualmente sofisticado. El intento de combinar elementos cualitativos y cuantitativos para mejorar su comprensión generó dificultades a la hora de la observación y medición del poder.

Una concepción más rudimentaria y simplista se impuso con la fuerza del pensamiento neorrealista--parte medular del mainstream disciplinar--, que surgió de la mano de Kenneth Waltz, con su obra Teoría de la Política Internacional (1977). Waltz se propuso sistematizar los aportes del realismo y fortalecerlo a partir de la elaboración de una teoría de la política internacional rigurosa y con carácter científico--a su entender ausente hasta el momento--. Tal como advierte Sodupe (2003:82-83), la definición que brinda Waltz de teoría como explicación de regularidades, encaja plenamente con la de las ciencias naturales. En línea con el positivismo que impregna su producción, Waltz reconoce que los objetos de estudio de las ciencias naturales y las ciencias sociales son diferentes, pero sostiene la unidad del método. La posición epistemológica es clara y marcada en este autor, lo que influye de manera considerable en su concepción del poder.

Las concepciones más sofisticadas presentes en Morgenthau y en Aron fueron marginadas. Waltz--de acuerdo con su forma de...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT