Comentario a la declaración conjunta UE-OTAN de 16 de diciembre de 2002 .

AuthorPablo S. Blesa Aledo
Pages1108-1116

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La Declaración conjunta firmada por la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el 16 de diciembre de 2002 en Bruselas supone un principio y un final: supone el principio de un strategic partnership entre la Unión Europea y la OTAN en el terreno de la gestión de crisis, y supone el final de un proceso de reequilibrio, redefinición y reevaluación del panorama estratégico europeo post-guerra fría.

Cronológicamente, este proceso de reequilibrio tuvo sus inicios en 1989 con la caída del Muro de Berlín, la propuesta Mitterand-Kohl de convertir a la Comunidad en una Unión política con responsabilidades en la defensa -aceptada por los Doce en Estrasburgo- y la decisión de la OTAN poco después de su cuarenta aniversario -London Declaration, 6 de julio de 1990- de transformarse en una Alianza no exclusivamente militar. La expresión de los postulados básicos de esta semántica vio la luz en dos cumbres convergentes: la de la OTAN (Roma, en diciembre de 1991) en la que se aprobó un Nuevo Concepto Estratégico, y la de Maastricht, unos días después, en la que se aprobó el texto del primer Tratado de Unión política.

El párrafo 51 del ´Nuevo Concepto Estratégico de la OTANª, leído junto al párrafo 7 de la ´Declaración de Roma sobre la Paz y la Cooperaciónª -texto aprobado en la misma Cumbre atlántica- dibujaba un mapa muy condescendiente con las tesis franco-alemanas sobre la defensa europea, lo que combinado con la lectura del artículo J.4 del Tratado de Maastricht y las dos Declaraciones adjuntas de la Unión Europea Occidental (UEO) al mismo Tratado -y por las que ésta devenía ´an integral part in the process of European integrationª-, dejaba espacio más que sobrado para que franceses, alemanes, belgas, luxemburgueses y españoles consideraran que la defensa de Europa sería un trabajo cada vez más a cargo de los europeos, y que la OTAN se iría oxidando poco a poco con la desaparición de su antagonista soviético. La iniciativa de los ´europeístasª estaba fundada en esa tesis básica, tanto como en la convergente de que Estados Unidos se desinteresaría de las cuestiones del continente en la Europa postsoviética.

Ambas tesis se demostraron erróneas. El proceso desencadenado entre 1989 y 1993 sobre las mencionadas bases jurídicas del Tratado de Maastricht y del Nuevo Concepto Estratégico, y que en su globalidad amenazaba al atlantismo más que lo fortalecía, sufrió una notable reorientación en su inercia y en sus postulados básicos en la Cumbre de la OTAN en Bruselas en enero de 1994, y una nueva y sorprendente dinamización y expresión en la Cumbre de la Organización en Berlín -junio de 1996. El acontecimiento que propició esta variación de la inercia histórica fue el tormentoso conflicto bosnio. Page 1109

La ´antiepopeyaª europea en los Balcanes -Bourlanges- y la ´proezaª diplomático-militar norteamericana en Bosnia -Gnesotto-, modificaron los esquemas preestablecidos, incipientes, de la Identidad Europea de Seguridad y de Defensa (IESD), que pareció perder a la PESC como ´centroª y engarzarse de una manera definitiva en la OTAN, como ´reductoª más que como tronco de su inacabado aggiornamiento. Así, para muchos, Bosnia significó ´NATO's de facto reformª -Moens-, y para otros, convergentemente, el fin de todo intento de crear una defensa europea autónoma fuera de ella y de desafiar la validez, primacía y centralidad de la Alianza atlántica en la arquitectura europea de seguridad.

La Declaración de Luxemburgo aprobada por la UEO en noviembre de 1993 es de una importancia mayor en este sentido, ´formalmenteª en cuanto introducía por primera vez un ´caucus europeoª en el seno de la Alianza a partir de la concertación previa de sus miembros sobre asuntos de interés común y, ´materialmenteª en cuanto que su pieza clave, el párrafo 3 de la parte I, daba a ese ´caucusª un contenido concreto en el marco de una estrategia de desarrollo operativo de la UEO a medio plazo, y de cara a la Cumbre de la Alianza que tendría lugar en Bruselas en el mes de enero de 1994. Los Ministros subrayan en Luxemburgo que ´esperan de la Cumbre de la OTAN que ésta apruebe el principio según el cual la UEO debería poder utilizar no únicamente las fuerzas y los recursos de los aliados europeos sino también los medios colectivos de la Alianza Atlántica, entre otros, los sistemas de comunicación, los medios de comando y los Estados Mayoresª.

Los europeos estaban decididos a pedir prestado el ´músculoª de la OTAN para acelerar su proceso de reactivación operativa a través de la UEO. Estados Unidos vio en esta maniobra una ´ventana de oportunidadª para anclar la ESDI en el seno trasatlántico, fuera del marco de la Unión, prevenir así la eclosión progresiva de un mando europeo autónomo, y controlar políticamente las acciones europeas -puesto que las financiaba colateralmente al prestar sus medios, y por lo tanto adquirían un derecho de veto sobre las mismas.

De la postura reactiva, negligente y desconfiada de la Administración Bush frente a la ESDI, se pasó a otra activa, diligente y confiada de la Administración Clinton. Al quedar inscrito explícitamente que en el desarrollo ´autónomoª de las capacidades de la UEO habría que evitar las ´duplicaciones innecesariasª con la OTAN, los europeos no se dotaban de los medios de los que no disponían, y la dependencia quedaba garantizada. Por otra parte, la OTAN, liderada por Estados Unidos, contribuía a satisfacer superficialmente las aspiraciones europeas de una cierta ´visibilidadª, siempre que la estructura de mando integrada, a la cabeza de la cual estaba un General norteamericano (SACEUR), permaneciera ´intactª-William Cohen.

En la Cumbre de la Organización en Bruselas, el 1 de enero de 1994, el Consejo del Atlántico Norte confirmó su responsabilidad en la gestión de crisis -misiones no-artículo 5- y respondió a la solicitud de la UEO en Luxemburgo mediante el concepto, casi teológico, de ´separable but not separate capabilitiesª, que estarían a disposición del Consejo de la Organización del Tratado de Bruselas en aquellas operaciones en las que los norteamericanos no quisieran participar. En el párrafo 6 del Comunicado final, la OTAN se expresa nítidamente sobre el particular. Declaraba ´stand ready to make collective assets of the Alliance available [...] for the WEU operations undertaken by the European Allies in pursuit of their Common Foreign and Security Policy. We support the development of separable but not separate capabilities which could respond to European requirements and contribute to Alliance security [...]ª. En el párrafo 9 se instruía al Consejo permanente para que estudiara las adaptaciones pertinentes, y en el párrafo 26 se reiteraba: ´we have endorsed the concept of Combined Joint Task Forces as a means to adapt the Alliance to its future tasksª. El CJTF era el núcleo sobre el que pivotaba toda la reforma de la Alianza, incluida la emergencia de un pilar europeo dentro de la misma.

Tras la Cumbre de Bruselas, la UEO creó un grupo ad hoc político-militar para trabajar en el concepto CJTF. El 29 de junio de 1994, la UEO transmitió a la OTAN dos documentos que con- Page 1110 templaban las modalidades y criterios de los europeos respecto al uso de los medios de la OTAN. Pero en el seno de la OTAN las cosas no transcurrían con tanta sintonía como en la UEO. Los puntos de vista europeo y americano no coincidían en todos los flancos del debate.

La asimetría mayor en los puntos de vista europeo y americano estribaba en que mientras los...

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