El ciudadano competente

AuthorPablo Duarte Hernández
PositionUniversidad Pablo de Olavide
Pages277-296
Revista inteRnacional de Pensamiento Político - i ÉPoca - vol. 9 - 2014 - [277-296] - issn 1885-589X
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EL CIUDADANO COMPETENTE
THE COMPETENT CITIZEN
Pablo Duarte Hernández
Universidad Pablo de Olavide
pduaher@upo.es
Palabras clave: Regeneración democrática; educación de ciudadanos, ética cívica democrática, competen-
cia cívica.
Keywords: Democratic regeneration, education of citizens, democratic civic ethic, civic competence.
Resumen: El ciudadano competente es esperanza de renovación de la de-
mocracia de las sociedades del siglo XXI. Este ciudadano, generador de una
nueva democracia, es producto de una educación democrática cuyos ejes
fundamentales son una ética cívica democrática (posconvencional, proce-
dimental, dialógica) y un modelo de democracia éticamente deseable. A
partir de la reexión acerca de estos dos ejes se propone un modelo educa-
tivo que genere una competencia cívica democrática, siguiendo el modelo
educativo por competencias clave de aprendizaje permanente propuesto
por la OCDE, el cual formaría ciudadanos para la práctica democrática en
cualquier momento y lugar, preparados para dar respuesta a cualquier reto
que deban afrontar en su compromiso con su comunidad.
Abstract: The competent citizen is the hope of democratic renewal for so-
cieties in twenty rst century. This citizen, who is able to generate a new
democracy, is the result of a democratic education whose fundamentals
are a democratic civic ethic (post-conventional, procedural and dialogic)
and an ethically desirable model of democracy. From the reection about
these two fundamentals it is suggested an educational model that produces
a democratic civic competence, according to the educational model of key
competences for long-life learning from OECD, which would prepare citi-
zens for democratic practice at any time and in any place, ready to take up
any challenge relating to their compromise with community.
Introducción
Toda sociedad tiene la necesidad de perpetuarse, de sobrevivir al paso del tiempo, de
transmitir a todo nuevo miembro o generación, el bagaje de experiencias colectivas, de
preguntas y respuestas que se ha ido planteando a lo largo de su historia al afrontar
los problemas que se encuentra y, así, capacitarlo para colaborar en la supervivencia,
autosuperación y actualización de la que ya es su cultura.
Recibido: octubre de 2014
Aceptado: diciembre de 2014
Revista inteRnacional de Pensamiento Político - i ÉPoca - vol. 9 - 2014 - [277-296] - issn 1885-589X
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La educación es la clave como el agente
de socialización del que necesariamen-
te se sirve una sociedad para instruir y
educar1 a sus nuevos miembros en todos
aquellos conocimientos, habilidades y ac-
titudes2 que les van a capacitar para inte-
grarse en la sociedad y para colaborar en
y comprometerse con su funcionamiento,
desarrollo, evolución, transformación y
gobierno. Con ello, denirían su puesto y
su rol como ciudadanos (formados, capa-
citados, “competentes cívicamente”) que
trabajan por la pervivencia de su comuni-
dad y el progreso hacia un mañana mejor
y una buena vida para todos.
No podemos omitir el contexto de nues-
tra reexión: las sociedades democrá-
ticas del siglo XXI. Por tanto, se trata de
la formación de las nuevas generaciones
para su desempeño como ciudadanos
democráticos. Esta realidad nos suscita
innidad de cuestiones que nos demues-
tran que la educación debería ser (si no
lo es) la preocupación fundamental en
toda sociedad democrática y de quienes
la gobiernan, pues desde la educación
se transmite y enseña un modelo de per-
sona/ciudadano y se instruye en un mo-
delo de democracia y de procedimientos
1. Hacemos aquí una denición de lo que enten-
demos que es el n de la educación, tanto en su
dimensión social como en su dimensión formal o
académica, que le conere su sentido primero y úl-
timo, superando la polémica acerca de si debemos
instruir o educar, como veremos más adelante.
2. Vid. Rychen D.S. y Salganik L.H. (Eds.), (2004)
Denir y seleccionar las competencias funda-
mentales para la vida, Proyecto DeSeCo, OCDE.
He aquí la denición de competencia: la integra-
ción de conocimientos de la realidad, habilidades
y actitudes, que da como fruto una forma de des-
empeñarse en el mundo que garantiza a la perso-
na, al ciudadano competente, un aprendizaje a lo
largo de todo la vida.
“democráticos”3. Aquí, la formación éti-
co-cívica aparece como elemento verte-
brador de una formación cientíca, ética
y humana que congura la capacitación
de personas como futuros ciudadanos de
una sociedad del conocimiento que bus-
ca la felicidad de todos.
Nos parece sugerente la apuesta de la
Unión Europea por una educación que
busque la “sociedad del conocimiento”
desde una educación de los ciudadanos
basada en la adquisición de competen-
cias clave de aprendizaje permanente
para vivir en las sociedades del siglo XXI.
Ésta puede ser la vía que nos conduzca
a aportar las soluciones a los tantos y tan
referidos males de nuestras democracias
y de nuestras sociedades en crisis. Nos
parece posible concretar y describir una
competencia cívica democrática que ca-
pacite a los futuros ciudadanos para re-
novar, repensar, regenerar o recrear la de-
mocracia y dirigirla desde el autogobierno
hacia los elevados nes a los que debe
aspirar, una democracia fuerte4.
Una sociedad verdaderamente democrá-
tica en el siglo XXI, dinámica, plural, mul-
ticultural y globalizada, requiere un ciuda-
dano competente que comprenda y viva
su ciudadanía como una práctica política
3. Leemos a SAVATER, F. (2000) El valor de edu-
car, Barcelona, Ariel. P.9: “Si fracasa el sistema
educativo, fracasa la sociedad democrática. Na-
die puede pretender formar a los ciudadanos e
instruirlos, en busca de un mayor desarrollo de la
investigación cientíca y en desarrollo de nuevas
tecnologías, de la creación artística o del debate
racional sobre cuestiones públicas, si primero la
escuela no ha realizado la tarea básica y esencial
para una sociedad de preparar a los ciudadanos
para que disfruten de la conquista cultural por ex-
celencia: el sistema de convivencia democrática.
4. BARBER, B. (1984) Strong Democracy. Partici-
patory Politics for a New Age. University of Cali-
fornia Press. California. Cap. 6.

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