La brecha digital: situacion regional y perspectivas.

AuthorPetrissans Aguilar, Ricardo

América Latina enfrenta una nueva situación dentro de la denominada "Sociedad Global en Red", que podemos caracterizar como un posicionamiento dentro de la Sociedad Global de la Información. Esa nueva situación, y por centrarse en el elemento motivador de los análisis que conforman el cuerpo de esta edición, representa, realmente, la amenaza presente de una nueva forma de marginalidad internacional, al mismo tiempo que un desafío futuro, fuerte, urgente, imprescindible, para revertirla. En este breve análisis, se consignan algunos elementos que fundamentan estas afirmaciones iniciales.

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La denominada "brecha digital" es un término amplio, que alude a diferentes situaciones, de acuerdo a la perspectiva con la que se enfrente, pero que parte de una base común resultante de la ausencia de acceso a la información en el contexto de la Red. De esta manera, en una aproximación inicial y simplificada, la brecha digital (1) describe la diferencia existente entre aquellos que poseen acceso a los instrumentos y herramientas de la información y la capacidad de utilizarlos, y aquellos que no disponen de él, con independencia de la existencia de la mencionada capacidad. Simplificando todavía más: es el gap percibido entre aquellos con acceso a las últimas tecnologías de la información y aquellos que no lo tienen. Si se prefiere una percepción conceptual un poco más amplia y comprensiva, puede definírsela como la distancia "tecnológica" entre individuos, familias, empresas y áreas geográficas en sus oportunidades de acceso a la información y a las tecnologías de la comunicación, y en el uso de Internet para un amplio rango de actividades (2).

El concepto de brecha digital, como se acaba de indicar, es aplicable tanto en un ámbito doméstico, de una sociedad nacional en el sentido tradicional, así como para realizar la referencia comparativa entre sociedades nacionales, en una repetición del esquema entre países desarrollados y países en vías de desarrollo.

Esa brecha digital se produce entre países y al interior de las naciones. Dentro de ellas, encontramos brechas regionales, brechas entre segmentos socio-económicos de la población y aún entre sectores de actividad económica, sin descuidar los elementos relacionados con los grados educativos alcanzados por los ciudadanos. Los motivos del mencionado "acceso a la información" se relacionan con una multiplicidad de factores: conec-tividad, conocimiento, educación, capacidad económica, por mencionar los más relevantes.

Por su parte, la resistencia a la tecnología es un factor no debe ser subestimado; a modo de ejemplo, un cuarto de la población europea no comprende el fenómeno de Internet, si bien ese porcentaje desciende notablemente en aquellos países donde la Sociedad de la Información se encuentra más avanzada (3).

Algunas observaciones recientes (4) tienden a reflexionar en el sentido de que el gap no puede considerarse una novedad paralela a la novedad que la Revolución Tecnológica implica, sino que es uno de los gaps persistentes en las economías capitalistas. De esta manera, lo que conocemos como "brecha digital" es la traducción en la Sociedad de la Información de las brechas económico-sociales que son características en la organización capitalista contemporánea. Esto es singularmente importante si se recuerda que la actual estructura económica internacional es altamente intensiva en información.

LA SOCIEDAD EN RED Y LA INSERCIÓN REGIONAL EN ELLA

La nueva situación, con su nueva marginalidad, exhibe diferencias importantes con las "marginalidades" a las que la región nos acostumbraba, y dentro de las cuales aprendimos a vivir y a funcionar. Esas diferencias se refieren, al menos, a tres aspectos que es conveniente reseñar rápidamente: primero, como ha dicho Manuel Castells (5), con la claridad a la que nos tiene acostumbrados, "Internet es el tejido de nuestras vidas en este momento. No es futuro. Es presente"; segundo, que la geografía, como la entendíamos tradicionalmente, ha cambiado y, tercero, el concepto de tiempo también ha cambiado. La combinación de los tres factores, los dos últimos consecuencia del primero, ha desarrollado un nuevo tipo de sociedad, donde la interacción entre los individuos, empresas y organizaciones ha adquirido estructuras que son muy diferentes de las tradicionales, sobre las bases de la información, el conocimiento y la tecnología.

Una primera aproximación al panorama general de la región en el contexto de la Sociedad en Red puede observarse en los cuadros, que describen la posición en el contexto global de la Sociedad de la Información. En el Cuadro I (ver en Anexos), se consigna un panorama comparativo continental de población, producto bruto y acceso a telecomunicaciones básicas. En el caso de América Latina y el Caribe, se ha procedido a una disgregación sobre el concepto general continental.

Puede observarse que nuestra región, en la combinación ingreso/acceso, determinantes para la inserción en la Sociedad en Red, se ubica en un rango "bajo", ligeramente inferior al promedio mundial y sustancialmente alejado del grupo de países industrializados.

En el Cuadro II (ver en Anexos), se avanza en el panorama de telecomunicaciones, donde la percepción indicada para el cuadro anterior se profundiza. Resulta de interés observar que el ritmo de crecimiento de la conexión en términos amplios es inferior a la mayoría de los promedios continentales. Existen comentarios adicionales ampliatorios, en párrafos sucesivos, que explican el actual estado de situación de la oferta y de la demanda de telecomunicaciones, así como de la necesidad creciente de inversión para su desarrollo.

A efectos de complementar este panorama global inicial, en el Cuadro III (ver en Anexos) se señalan los indicadores de acceso y de conexión a Internet, donde las observaciones realizadas con anterioridad se consolidan.

Las consecuencias preliminares que pueden extraerse de las cifras examinadas indican que existen ciertos indicadores esenciales para la determinación de la presencia --al menos en un plano comparativo internacional-- y la magnitud de la brecha digital. En el actual estadio de desarrollo tecnológico, los dos indicadores primarios consisten en la disponibilidad de acceso a las telecomunicaciones y la cantidad de computadoras personales (a las que denominamos los presupuestos infraestructurales).

Esos dos indicadores descansan sobre una densa red de circunstancias que se relacionan con el ingreso nacional, el grado de pobreza, los indicadores educativos, el costo de las telecomunicaciones, el acceso a la energía eléctrica, por señalar los más importantes. Junto a otros indicadores, otorgan el paso franco a una serie de índices como la cantidad de usuarios de Internet en términos absolutos, el porcentaje de éstos sobre el total de la población nacional, la utilización que los usuarios hacen de los recursos disponibles en la Red, el tiempo que permanecen en ella y la transformación de ese uso en resultados económicos o culturales. Esa "conectividad" en sentido amplio debe, al menos, ser observada desde una triple perspectiva: la existencia y uso dentro de los hogares, dentro de las empresas y la conectividad existente en los establecimientos educativos de todos los niveles (6).

LA EXPLICACIÓN DE LA BRECHA DIGITAL

Es necesario ahora profundizar en las causas de la brecha digital, transitando por una explicación de sus componentes esenciales. Como se ha señalado en el apartado anterior, los dos pilares sobre los que se erige el análisis son la disponibilidad de acceso a las telecomunicaciones y la cantidad de computadoras personales existentes con virtualidad de conectarse a la Red. Sin perjuicio de reconocer esas bases, es...

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