ANÓNIMO; De la Obediencia Debida al Príncipe, 1590

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Para hacer cesar las armas & restablecer la paz en este reino, Caen.

[5] Ya que una gran parte del pueblo está convencida y tiene por ley que ningún príncipe que no sea católico, apostólico y romano

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puede acceder a la corona de este reino, apoyándose para ello en una larga lista de reyes de Francia que así lo han sido y así se han mantenido hasta el día de hoy, pretende excluir con estas razones a quien por derecho de sucesiones es el heredero natural, por ser él en esto diferente. [6] Los otros, no pudiendo olvidar la antigua fidelidad que desde siempre los franceses le tienen a sus príncipes, sostienen que, al estar los reyes establecidos por Dios, no cabe que los vasallos y súbditos se lo planteen en conciencia, sino que les es obligado servirle y obedecerle sin reticencias. Ya que si los primeros están movidos por el celo de querer conservar la religión de sus padres, los segundos no están menos decididos a mantener la obediencia debida a los reyes según las órdenes de Dios y la constitución de la Iglesia [...].

[12] Es una cosa cierta que el pueblo, a la más mínima ocasión, querría librarse de toda servidumbre, si el poder no le disuadiese por medio del temor. Porque es una bestia salvaje, un monstruo de varias cabezas, el caballo rebelde que tira al jinete al suelo. Es por ello que Dios le ha dado a los reyes, para que les retraiga de tan malvado y desordenado apetito.

[21] Así pues, ya que los reyes son de institución divina, que el gran Señor del universo posee sus reinos, sus coronas y sus corazones bajo Su mano, con más razón dará el cetro a quien le plazca, haciendo vano que el pueblo trate de entrometerse con su elección. Deben recibir a los reyes tal y como Su Voluntad suprema quiera establecer.

Pero...