ANÓNIMO; Enmienda a la Nobleza, 1602

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sobre la inviolable fidelidad que le debe al servicio del rey,

París, Chez Iamet Mettayer, Impresor & librero ordinario del Rey.

[3] Señores, lo que es el cuerpo del sol al firmamento, los ojos del rey lo son a la Francia. Todo lo que hay en la tierra está unificado, nutrido y calentado por los rayos del primero. Nada hay, sin embargo, que no se anime, sostenga y fortalezca para el bien y tranquilidad del Estado, sin la conservación del otro. Junto al primero veis diversos astros, como si fuesen un gran acompañamiento de Cortesanos que le siguen y le adornan. Y todos, cual espejos resplandecientes, no tienen más claridad y brillo que el que toman prestado de esta gran luminaria. La nobleza, [4] alrededor del

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príncipe son los diamantes y joyas incrustados en su trono que hacen de la Majestad algo tanto más augusto y reluciente [...]

Como el corazón del hombre es la primera cosa en vivir y la última en morir, también, señores, no tenéis más reconocimiento, gloria ni honor en este reino sino por el alma y espíritu vital que el rey inspira en vosotros.

[5] Recordad, señores, que no ha sido aguardando perezoso, acostado sobre un lecho de rosas como ha conquistado para la Francia la paz y el reposo del que felizmente goza.

[12] La experiencia...