ANÓNIMO; Discurso de un Teólogo, de un Astrólogo & de un Político, en relación con los Asuntos de estos Tiempos, 1649

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París.

[2] El político [de ahora en adelante P]; Una cosa me asombra. El Teólogo [T]: ¿Cuál?

El Astrólogo [A]: el asombro proviene de la ignorancia o del conocimiento. [...]

P; Mi asombro es que un príncipe que posee un Estado por sucesión pueda mantenerse con tanta facilidad [3] como dice Maquiavelo. No hay más que temer perderlo, debido a cualquier incapacidad que se tenga para mantenerlo, y siempre y cuando no ataque a las leyes fundamentales y no despoje a los súbditos de sus bienes y de su libertad. Y sin embargo, ¿cuántos soberanos vemos reducidos a una situación miserable, expulsado de sus países y despojados de su autoridad?

T; Es una especie de buena instrucción y que añadiría a esta máxima que el temor a Dios fortalecería a un Estado para siempre y le haría tan perdurable como el Sol.

A; La ruina de un estado se debe atribuir a los Astros así como su nacimiento. De su influencia proviene su fuerza y su poder [del Estado]. Pero es sobre todo Dios, que es el autor y el Conservador de aquellos por su justicia y su ser todopoderoso.

P; Y yo os digo que la causa de la pérdida de un Estado, debe ser achacada sobre aquel que tiene el gobierno y aquellos que han perdido el suyo son la causa de su ruina. Porque no habiéndose contentado con la autoridad legítima con la que reinaban sobre sus pueblos y con la que recibían de ellos una obediencia plena de

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respeto y de bendiciones, habiendo querido cambiar las leyes fundamentales y despojar a sus súbditos de bienes, honores y libertades, creyendo por este medio fortalecer su poder lo han perdido y pensando ahorrarle a los pueblos los medios de oponerse a la tiranía, estos, por un generoso esfuerzo han roto sus cadenas y se han librado de toda servidumbre y se han mantenido en su libertad. A; El cielo les ha inspirado todo esto y ha causado todo este cambio por la diversidad de sus movimientos y por la virtud secreta de sus influencias.

[4] T; Por no decir más bien que Dios les ha quitado el poder para vengarse de los criminales [...].

P; Ahora que la máscara se ha quitado y que el Parlamento ha tomado el plan general de reformar el Estado evitando así los desórdenes que han sido causados por una mala administración, sin duda, todo volverá a su cauce. [...] también el Parlamento está obligado por todo tipo de deberes de no abandonar esta empresa, la del bien del pueblo, del que...