Ámbito Mundial: Naciones Unidas

AuthorKai Ambos
ProfessionCatedrático de Derecho Penal, Procesal Penal, Comparado y Derecho Penal Internacional, Universidad de Göttingen
Pages15-28

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2. 1 El problema principal: La búsqueda de una definición unitaria del terrorismo

Los esfuerzos para alcanzar una definición unitaria y mundial del terrorismo son anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Ya en 1937, la Sociedad de Naciones aprobó una Convención para la prevención y sanción del terrorismo el 16 de noviembre de 19372, en respuesta al Page 16 asesinato del Ministro de Asuntos Exteriores francés y del Rey de Yugoslavia en Marsella en 1934. En esta Convención se debían sancionar y definir los actos terroristas3. Sin embargo, como no se alcanzó unanimidad acerca de qué actos debían considerarse terroristas4, la Convención nunca entró en vigor5. Desde entonces quedó patente que el principal problema para lograr una definición jurídica global sería, precisamente, la falta de unanimidad al respecto. Ante esta situación, la Comunidad Internacional decidió, para salvar a corto y medio plazo el obstáculo mencionado, acudir a un enfoque pragmático y proscribir una serie de conductas determinadas que serían definidas como "actos terroristas". En total se concluyeron doce tratados6:

. Convenio sobre infracciones y otros actos cometidos a bordo de aeronaves (Tokio, 14.9.1963; en vigor desde el 4.12.1969)7.

. Convención para la supresión del apoderamiento ilícito de aeronaves (La Haya, 16.12.1970; en vigor desde el 14.10.1971)8.

. Convención para la supresión de actos ilegales contra la seguridad de la aviación civil (también conocido como Acuerdo de Montreal de 23.9.1971; en vigor desde el 26.1.1973)9.

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. Protocolo adicional del Acuerdo de Montreal (Montreal, 24.2.1988; en vigor desde el 6.8.1989)10.

. Convención sobre la prevención y castigo de crímenes contra personas internacionalmente protegidas (también conocida como la Convención de protección diplomática (Nueva York, 14.12.1973; en vigor desde el 20.2.1977)11.

. Convención internacional contra la toma de rehenes (Nueva York, 17.12.1979; en vigor desde el 3.6.1983)12.

. Convención para la protección física de los materiales nucleares (Viena, 3.3.1980; en vigor desde el 8.2.1987)13.

. Convención para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de la navegación marítima (Roma, 10.3.1988; en vigor desde el 1.3.1992)14.

. Protocolo para la supresión de actos ilícitos contra la seguridad de las plataformas localizadas en la plataforma continental (Roma, 10.3.1988; en vigor desde el 1.3.1992)15.

. Convenio sobre la marcación de explosivos plásticos para los fines de detección (Montreal, 1.3.1991; en vigor desde el 21.6.1998)16.

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. Convenio internacional para la represión de los atentados terroristas cometidos con bombas (Adoptado por la Asamblea General de Naciones Unidas (AG), en Nueva York, el 15.12.1997; en vigor desde el 23.5.2001)17.

. Convenio internacional para la represión de la financiación del terrorismo, AG de Naciones Unidas en Nueva York el 09.12.1999, en vigor desde el 25.12.2003)18.

Todos estos tratados internacionales obligan a los Estados parte a codificar y sancionar como delitos los actos en ellos recogidos, los cuales no pueden justificarse en ningún caso por motivos políticos, ideológicos o religiosos. Del mismo modo, y en virtud del principio aut dedere aut iudicare,19los Estados parte deben entregar o enjuiciar a los presuntos autores, así como colaborar entre sí y prestarse ayuda mutua20. Los paraísos de seguridad o "safe heavens" no deben existir respecto a estos delitos21. Los convenios de ámbito regional completan estos tratados internacionales de alcance universal22.

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En cualquier caso, ninguno de los tratados internacionales arriba mencionados contiene una definición de terrorismo. Únicamente el Convenio internacional para la represión de la financiación del terrorismo ("Convenio sobre financiación"), se aproxima a dar una definición del mismo, cuando dispone que "quien por cualquier medio, directa o indirectamente, ilícita y deliberadamente ponga a disposición fondos con la intención de que sean utilizados para cometer un acto terrorista, que cause la muerte o lesiones corporales graves a un civil o cualquier otra persona que no participe directamente en las hostilidades en una situación de de conflicto armado, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto, o a abstenerse de hacerlo"23.

De esta definición se deduce que cualquier acto que sea cometido con el objetivo o propósito mencionado en la convención, será calificado, sin excepción alguna, como acto terrorista. De este modo, el contexto político del atentado terrorista y "los motivos" del autor del mismo quedan al margen de cualquier consideración. Con ello, se alcanza el punto esencial de la controversia en la elaboración de una definición universal de acto terrorista, esto es: si es posible justificar actos terroristas que obedezcan a motivaciones políticas laudables y legítimas o a consideraciones ético-morales, o si, al menos, estos actos pudieran no ser calificados como "terroristas". La respuesta a esta cuestión debe ser indiscutiblemente negativa. Ningún acto terrorista puede ser justificado, salvo aquellos que se enmarquen en el seno de un conflicto armado entre los combatientes del mismo. A pesar de este consenso mínimo, el terrorismo no ha sido incluido entre los crímenes internacionales de competencia de la Corte Penal Internacional24; la cuestión podrá volverse a plantear en la primera Conferencia de revi-Page 20sión del Estatuto de Roma prevista para el año 200925. En todo caso, atentados de las dimensiones del 11 de septiembre son calificables como crímenes contra la humanidad, en la medida que estos atentados sean cometidos como "parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil"26(art. 7.1 del ECPI).

La búsqueda de una definición convincente sobre el delito de terrorismo continuó en el seno del Comité ad hoc establecido por la AG de Naciones Unidas a través de la Resolución 51/210 de 17 de diciembre de 1996. Este Comité, que preparó el Convenio de atentados terroristas cometidos con bombas y el de represión de la financiación, comenzó a finales del año 2000 los trabajos preparatorios para la elaboración de una convención para la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, pese a los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, no se alcanzó unanimidad respecto a la definición del mismo27. No obstante, la AG encargó al Comité la continuación del trabajo de manera agilizada28. El primer logro conseguido fue la elaboración de un borrador de Convención internacional contra los actos de terrorismo nuclear29.

Otro avance en la materia lo supuso el Informe de la Comisión de Reforma de Naciones Unidas, instituida en diciembre de 2003, de 2 de diciembre de 200430. Gracias a él, los actos contenidos en los doce tratados anteriormente citados serían considerados como crímenes de Derecho Internacional. La definición de acto terrorista que fue propuesta -tomando en consideración el Convenio sobre financiación y la Page 21 Resolución 1566 (2004) del CS- fue la siguiente: "todo acto"- además de los ya especificados en los convenios vigentes sobre determinados aspectos del terrorismo, los Convenios de Ginebra y la Resolución 1566 (2004) del CS- destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a un no combatiente, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo"31.

2. 2 Medidas contra el terrorismo
2.2. 1 Medidas generales

La lucha internacional contra el terrorismo puede considerarse como expresión de un convencimiento general de la comunidad internacional en el sentido de conformar una opinio iuris32. A pesar de los problemas descritos para alcanzar una definición de terrorismo, el CS ha recurrido periódicamente al concepto de terrorismo para calificar determinados comportamientos que, según éste órgano, suponían una amenaza para la paz y seguridad internacional en el sentido del art. 39 de la Carta de Naciones Unidas (CNU), y que hace necesaria la adopción de las contramedidas previstas en el capítulo VII de la CNU por parte de los Estados miembros (arts. 43,48)33. Además, tanto la AG34como el CS35de Naciones Unidas han reiterado en múltiples oca-Page 22siones que los Estados deben cuidarse de amparar a grupos terroristas, y evitar que se organicen o ejecuten actos terroristas en su propio territorio36. El CS utilizó por primera vez sus facultades en virtud del capitulo VII de la CNU tras el atentado de Lockerbie, ante la negativa de Libia de extraditar a los presuntos autores37. Con posterioridad, volvió a hacer uso de sus facultades al sancionar al Régimen Talibán mediante la imposición de un embargo, a fin de acabar con el apoyo a grupos terroristas en territorio afgano38. Sin embargo, al mismo tiempo que se produjo este embargo contra Afganistán, se emprendieron medidas contra individuos o grupos de personas, a pesar de que éstos carecen de subjetividad internacional. De este modo, y por primera vez en la historia del Derecho Internacional, se justificó la imposición de sanciones directamente sobre...

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