El aislamiento argentino en el gobierno de Nestor Kirchner.

AuthorFelli, Luciana

Resumen

El presente trabajo pretende brindar algunos aportes a partir de un breve análisis de tres ensayos de destacados autores que han investigado acerca del aislacionismo internacional y en concreto, sobre el período que nos convoca. Asimismo, ellos nos han proporcionado los lineamientos generales para la elaboración de la tesis de maestría en Relaciones Internacionales, que aborda el estudio de la política exterior del gobierno del Presidente Néstor Kirchner vinculado al aislamiento internacional.

PALABRAS CLAVE: política exterior argentina- Néstor Kirchneraislamiento internacional

Abstract

The present article aims at providing some inputs on the basis of a brief analysis of three essays by prominent authors who have researched international isolationism and in particular the period chosen for this study. In addition, these essays have provided us with general guidelines for the development of our thesis project for a Master's degree in International Relations, which addresses President Néstor Kirchner's foreign policy in connection with international isolation.

Keywords: Argentina's foreign policy- Néstor Kirchner- International isolation.

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Argentina's isolation during Néstor Kirchner's mandate

En el marco del material seleccionado para la elaboración de nuestro proyecto de tesis proponemos un breve análisis sobre tres trabajos vinculados al aislacionismo internacional y en concreto, relacionados con nuestro corte temporal, cuyos autores son Roberto Russell (Russell, 2010: 227), Carlos Pérez Llana (Pérez Llana, 2010: 131) y Carlos Escudé (Escudé, 2010).

En lo que respecta a la metodología elegida para abordar el presente trabajo, a modo de introducción se hará una breve referencia a cada autor en relación con su ensayo. A continuación, a fin de ofrecer mayor dinámica y claridad para no confundir los relatos de cada uno de ellos con el nuestro, a medida que avancemos en la exposición de los textos mencionados agregamos nuestro análisis de los mismos, para luego identificar sus puntos de unión y sus diferencias. Al finalizar, intentaremos brindar nuestra reflexión en torno al tema.

De acuerdo con lo anterior, comenzamos por señalar que Russell realiza una síntesis crítica de la política exterior argentina durante el segundo centenario tomando como punto de partida lo que él denomina cuatro verdades: el extravío, la discontinuidad, la desmesura y el aislamiento. A su vez, para analizar la discontinuidad de la política exterior argentina, establece cortes temporales a partir del segundo centenario, dividiéndolos en etapas o ciclos. El primero de ellos abarca desde 1880 hasta 1930, período que según el autor se caracteriza por ser un lapso en que existió un amplio nivel de consenso en la dirección de la política exterior. Luego, realiza un corte temporal entre 1930 y 1946. El segundo ciclo comprende desde 1946 a 1983, época que refleja la presencia de propuestas políticas con claros direccionamientos de la política exterior.

Otro tránsito tiene lugar entre los años 1983 y 1989. Concluye con el tercer ciclo que abarca desde 1989 hasta 2001, período que se caracterizó por una rápida, activa y exagerada adaptación a la situación coyuntural del sistema internacional. (1) (Dall'Ongaro). Estas etapas le sirven de base para analizar el tema del alejamiento de la Argentina del concierto internacional.

Por otro lado, Pérez Llana nos ofrece una serie de premisas fundamentales que deben tenerse en cuenta a la hora de trabajar en pos del reposicionamiento del país en el orden global. Considera que es > (Pérez Llana, 2010: 131).

Finalmente, el último autor considerado en el estudio es Carlos Escudé, quien analiza el período kirchnerista vinculado al aislamiento, concluyendo que se trata de un > (Escudé, 2010).

Comenzamos pues con el ensayo de Roberto Russell, quien al referirse al aislamiento internacional describe diferentes situaciones. Por un lado, manifiesta que un país se aísla del mundo ya sea por decisión o acción propias, o por la conducta de otros. A su vez, sostiene que es importante distinguir entre un país que decide apartarse o no intervenir en los asuntos internacionales y la práctica que resulta del aislamiento proveniente del exterior. En este caso, el aislamiento es la consecuencia de políticas de actores externos, que retiran a un país del trato y la comunicación o lo castigan por determinadas acciones, o bien de la falta o pérdida de relevancia internacional, o de la indiferencia de otros países.

Si bien coincidimos con el autor en que el aislamiento puede originarse por decisión de un país o provenir de actores externos, cuando hablamos de aislamiento entendemos que es uno solo. La diferencia radica en que en la primera situación es el país quien toma la decisión como diseño de su política exterior, equivocada o no, mientras que en la segunda podríamos decir que se trata de un > (2), como consecuencia de determinadas conductas o acciones de un país.

Por otro lado, la enumeración que realiza Russell de las consecuencias a que da lugar el aislamiento proveniente del exterior nos resulta un tanto inapropiada. Retomando lo dicho, en razón de que el aislamiento es uno solo, o un solo concepto, podemos advertir que quienes formulan la política exterior podrían decidir que el país se aísle, por ejemplo, retirando el trato y la comunicación, o simplemente siendo indiferente respecto de otro u otros países. También es importante destacar que la decisión política de no intervenir o de apartarse de los asuntos internacionales podría provocar eventualmente aislamiento u otro tipo de circunstancia, según cuales sean el escenario internacional y sus actores.

Lo anterior puede generar un abanico de posibilidades que se plasman en torno al aislamiento, pudiendo ser este causa o efecto y combinarse de una u otra manera, con lo cual las categorías propuestas por el autor resultan un tanto laxas.

A su vez, Russell distingue dos formas de aislacionismo, una de contenido político y otra de cariz económico. En cuanto a la primera, sostiene el autor que se ajusta más a lo que se entiende como aislacionismo en materia de relaciones internacionales y se traduce en una conducta exterior de no implicación política, lo que no significa falta de interés en el desarrollo de vínculos de otra naturaleza con el mundo. Este tipo de aislacionismo puede observarse en lo que Russell clasifica como primer ciclo largo de la política exterior argentina. (3)

Russell sostiene que la clase dirigente evitó las alianzas y compromisos políticos que pudieran afectar los vínculos económicos con el mundo, en particular con Europa y en concreto con Gran Bretaña. Tenía un claro objetivo práctico, cual era el de la defensa de los intereses materiales.

Al decir del autor, durante este período operó el aislacionismo político, que fue puesto en jaque con la llegada de la Primera Guerra Mundial. Pero, a su vez, los gobiernos de la época (Victorino de la Plaza, conservador, e Hipólito Irigoyen, radical), a fin de mantener los vínculos económicos internacionales, lo arroparon bajo la forma de neutralidad, aun con las presiones de Washington para que declarara la guerra a Alemania.

Señala también el autor que hubo aislacionismo político en cuanto a la contraposición al panamericanismo. Es decir, por aquel entonces trataba de oponerse a esquemas de solidaridad continental y defender los principios de no intervención y de autodeterminación para no entorpecer el margen de acción internacional del país, en clara referencia al aspecto económico. Estas políticas surgieron a partir de 1889, se profundizaron en los años treinta y perduraron durante la neutralidad en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.

La posición adoptada por la Argentina provocó la reacción de Estados Unidos, que impuso como castigos el aislamiento diplomático y sanciones económicas. el país del norte incluso pidió a los países que retirasen los embajadores acreditados en Buenos Aires, haciendo lo propio hasta con Gran Bretaña, a pesar de los intereses recíprocos con el país. Este hostigamiento se mantuvo con distinta intensidad, principalmente entre 1942 y 1949, diluyéndose hacia este último.

Desde entonces, Argentina quedó aislada diplomáticamente del mundo, a pesar de haber roto relaciones con Alemania y Japón, mientras que Washington y Moscú presionaban e insistían en que declarase la guerra. El punto de máxima tensión se produjo cuando la Argentina casi quedó fuera de la Conferencia de San Francisco, de 1945, que dio nacimiento a las Naciones Unidas.

Esta primera aproximación que hace el autor sobre el aislacionismo político nos permite confirmar lo ya sustentado en cuanto a que el aislacionismo es uno solo, más allá de la forma utilizada para expresarlo, sea como sinónimo de neutralidad, indiferencia, aislacionismo diplomático o política exterior independiente, como se menciona más adelante. De todas maneras, no compartimos esta postura puesto que a nuestro juicio son conceptos diferentes.

Nos permitimos aquí abrir un paréntesis, dado que Russell sostiene por otro lado que neutralidad y aislacionismo son dos conceptos diferentes (4). Señala que este...

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