La necesidad de adoptar el modelo europeo en la criminología mexicana

AuthorWael Hikal
PositionLicenciado en Criminología. Universidad Autónoma de Nuevo León

Artículo publicado originalmente en la revista Electrónica del Instituto Latinoamericano de Estudios en Ciencias Penales y Criminología nº 005-05 del año 2010, Permiso de reproducción por parte del autor

1. Introducción

La investigación y el desarrollo (I+D) científico y tecnológico es un ejercicio por el cual muchos países optan para lograr estándares altos de desarrollo social, académico, económico y laboral. Sobre todo en estos momentos d e crisis global, muchos han optado por invertir más en estas áreas de I+D en la mayoría de las ciencias; sobre todo, en las de nuevas tecnologías y herramientas de la comunicación, que en este siglo no hay duda que es la revolución, así mismo, la salud y otras áreas en las que se dividen los conocimientos, dentro de estas clasificaciones, no se puede dejar afuera la seguridad. La

Comisión Europea invierte grandes cantidades económicas a los Centros, Instituto de Investigadores que contribuyan al crecimiento y avance de determinadas áreas.

En México, el órgano encargado de la distribución d e los recursos económicos para los mismos efectos es el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), el cual cuenta con diversos programas de inversión en el conocimiento para becas de posgrado, Programas de Posgrados de Calidad (competencia y reconocimiento internacional), Fondos locales, nacionales e internacionales (por ejemplo el Fondo de Cooperación Internacional UE-México) con Universidades, Centros, Institutos y Gobiernos Estatales y Municipales (llamados Fondos Mixtos), sobre determinadas áreas de conocimiento, actividades binacionales, Sistema Nacional de Investigadores, entre otros programas.

No hay duda que hay ciencias que llevan una evolución y revolución constante y competitiva, cada vez más esta competencia se reproduce y se lleva a cabo por más áreas del conocimiento, por lo que surge el postula do de que la misma evolución científica dará lugar a cambios dentro de la misma ciencia. En el caso que ocupa en el presente es el de la ciencia criminológica, aclaran do que solo se hará referencia a la Criminología como ciencia social dedicada al estudio del delito y los comportamientos antisociales, los transgresores, las víctimas, las consecuencias del delito, la reacción social al mismo y el control de la delincuencia (SEIC, 2009), y no a la Criminalística, lo anterior para delimitar el campo de estudio.

En el país mencionado, el mayor productor de ciencia y tecnología criminológica y criminalística es el Instituto Nacional de Ciencia Penales (INACIPE), que desde hace años se creó por la necesidad de que hubiera un centro encargado de recibir, analizar y reproducir los saberes correspondientes al estudio criminal, desde sus inicios y hasta la actualidad alberga en sus aulas y Departamentos a l os investigadores de mayor reconocimiento nacional, mismos que en su mayoría gozan del grado de Doctorado y son parte del Sistema Nacional de Investigadores de l CONACYT.

Después de mostrado lo anterior, es necesario explicar el porqué del título de este tema y las consideraciones por las cuales se desarrolla el tema siguiente. La Criminología en México no ha logrado colocarse al nivel de otras ciencias y disciplinas que buscan y se esfuerzan constantemente por lograr los más altos estándares nacionales e internacionales. La primer Licenciatura en Criminología surgió en la Universidad Autónoma de Nuevo León, Estado cuyo nombre antiguo era El Nuevo Reino del León tras la colonización española. De tal forma, con el paso de los años, pasó a ser el faro que iluminó a otras Universidades a crear sus Licenciaturas similares. De lo anterior, en menos de 30 años se han establecido más de 20 Licenciaturas y posgrados en la materia.

Pero el problema ha recaído en la monotonía científica y literaria de la Criminología, pues en la experiencia observada y vivida, así como la comentada, en la mayoría de las escuelas de Criminología se tiene poco material académico para consulta, expresan los alumnos que sus profesores pocas veces invitan a la consulta de nuevos materiales y a la investigación, lo que ha creado una recesión científica en el conocimiento criminológico, lo que además ha ocasionado que los autores que dieron origen a la Criminología mexicana se vean sobresaturados en producción, y otras veces sin la oportunidad de especializar el conocimiento existente.

Lo anterior afecta en múltiples esferas; a saber: 1) los autores clásicos, reproducen el mismo material criminológico desde hace 30 años, 2) no hay productores de conocimientos aparte de los clásicos, 3) el criminó logo mexicano no se esfuerza por llevar a cabo investigaciones ni publicaciones, 4) la perspectiva laboral es limitada a los servicios periciales, la seguridad privada y en pocas al ámbito penitenciario, y el más grave 5) las políticas criminológicas son represiva s, el sistema penitenciario es deficiente, no existen los estudios clínicos como tales (Garland, 2008).

Es verdad que todos los saberes en sus inicios batallaron para colocarse como conocimientos científicos, así es el caso en específico de la Psicología y la Psiquiatría, la Sociología, la Medicina, entre otras, en este caso, el reconocimiento se ha dificultado para la Criminología y la Victimología, aunque el crimen es un hecho que resuena fuertemente y que la prevención de éste es una necesidad colectiva, hay poco interés por conocer las causas, tratarlas y eliminarlas o reducirlas.

2. La criminología científica y la literatura mexicana

La Criminología comenzó como un movimiento fuerte, la cual gozó del imperialismo que todas las ciencias recién nacientes al tiempo logran, pero desafortunadamente su...

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