¿La acción climática destruye empleos? Efectos del objetivo de los 2 °C del Acuerdo de París en el empleo

Date01 December 2018
AuthorRichard WOOD,Guillermo MONTT,Antoine BONNET,Kirsten S. WIEBE,Moana SIMAS,Marek HARSDORFF
Published date01 December 2018
DOIhttp://doi.org/10.1111/ilrs.12101
Revista Internacional del Trabajo, vol. 137 (2018), núm. 4
Derechos reservados © Los autores, 2018
Compilación de la revista y traducción del artículo al español © Organización Internacional del Trabajo, 2018
* Organización Internacional del Trabajo; montt@ilo.org (autor para la correspondencia), hars
dorff@ilo.org y bonneta@iloguest.org. **
Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU):
kirsten.s.wiebe@ntnu.no, moana.s.simas@ntnu.no y richard.wood@ntnu.no. Los autores agradecen
a dos evaluadores y al equipo editorial de la Revista Internacional del Trabajo sus valiosos comen-
tarios y sugerencias. Asimismo declaran que no existen intereses en conicto.
La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos solo incumbe a sus autores,
y su publicación en la Revista Internacional del Trabajo no signica que la OIT las suscriba.
¿La acción climática destruye empleos?
Efectos del objetivo de los 2 °C
del Acuerdo de París en el empleo
Guillermo MONTT*, Kirsten S. WIEBE**, Marek HARSDORFF*,
Moana SIMAS**, Antoine BONNET* y Richard WOOD**
Resumen. El Acuerdo de París establece el objetivo de mantener el calentamiento
global por debajo de los 2 °C a partir de los niveles preindustriales. Ello puede lo-
grarse aumentando la proporción de energías renovables y la eciencia energética,
lo que implica una transformación del sector energético que tendrá un efecto en
cadena en otros sectores. Mediante simulaciones basadas en una matriz insumo-
producto multirregionales se explora el impacto de esta transición en el empleo a
escala mundial. En 2030, casi todas las economías experimentarán redistribución
de puestos entre sectores económicos y creación neta de empleo, impulsada esta
última por la construcción, las manufacturas y las energías renovables.
E
l cambio climático es uno de los retos que están marcando nuestra época.
Existe ya consenso cientíco en cuanto a que la actividad humana está
incidiendo en la atmósfera terrestre, lo que ha conducido a un aumento sin
precedentes de la temperatura media de la supercie del planeta y a un cambio
en su sistema climático (IPCC, 2013 y 2014a; Steffen et al., 2015a; Steffen et al.,
2015b). El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC) destaca los numerosos efectos, en su mayoría negativos, del cambio
climático en el medio ambiente, las sociedades y la economía, y, junto con la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido que la carga de
esos efectos recaerá principalmente en los países y grupos de población vul-
nerables (OIT, 2018; IPCC, 2 014a y 2018). El Acuerdo de París, como parte
de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC), ha sido raticado por más de 180 países y hace un llamamiento
a una acción decidida para mantener el aumento de la temperatura del pla-
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neta por debajo de los 2 grados centígrados (2 °C) sobre los niveles preindus-
triales a largo plazo.
La acción para limitar el cambio climático se ve obstaculizada por el
hecho de que sus benecios se perciben solo a largo plazo, mientras que sus
costes son inmediatos. Tampoco ayuda el hecho de que quienes están indu-
ciendo el cambio climático no son los que más sufren sus consecuencias (Stern,
2007). En efecto, los costos reales o percibidos a corto plazo en términos de
crecimiento del producto interno bruto (PIB) y del empleo pueden desalentar
la adopción de medidas climáticas, incluso si estas se traducen en benecios a
largo plazo (Brekke y Johansson-Stenman, 2008).
Dada la importancia del empleo en la economía política del cambio cli-
mático (Babiker y Eckaus, 2007), el presente artículo aborda las implicaciones
del objetivo de los 2 °C en ese sentido. La adopción de medidas coordinadas a
nivel mundial que limiten efectivamente el calentamiento global a 2 °C, ¿crea-
rá oportunidades de empleo o pérdidas de puestos de trabajo a medio plazo?
¿Supondrá una redistribución del empleo entre sectores económicos? ¿Y están
las economías preparadas para afrontar estos cambios estructurales? Tras rea-
lizar un ejercicio de simulación del logro del objetivo de los 2 °C, concluimos
que los efectos de esta transición energética sobre el empleo serán pequeños
para la mayoría de las economías. En total, se crearán más puestos de trabajo
de los que se destruirán y se espera asimismo una cierta redistribución entre
sectores económicos. Al determinar los sectores y economías que experimen-
tarán pérdidas de empleo y redistribución, nuestra investigación pone de ma-
niesto las áreas especícas que requerirán acción política para asegurar que
la transición hacia la sostenibilidad sea también una transición justa.
El resto de este artículo está organizado en cuatro apartados. En el pri-
mero se describe cómo la acción climática repercute en el empleo en toda la
economía mundial, señalando que se necesitará un cambio de políticas en áreas
complementarias para que la acción climática sea favorable al empleo. En el
segundo apartado se describen los datos y el método utilizado para estimar el
impacto de esta acción en el empleo a medio plazo. En el tercero se analizan
los resultados y en el cuarto se presentan nuestras conclusiones y algunas re-
comendaciones de políticas.
La transición hacia una economía baja en carbono
y el empleo
Las economías actuales dependen en gran medida de actividades que gene-
ran emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero (GEI) para sa-
tisfacer su demanda de energía y productos (IPCC, 2013 y 2018; Steffen et
al., 2015a)1. A pesar de la reducción de la intensidad de GEI entre 1990 y
1 La demanda de energía es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI) en todo el mundo; la adopción de medidas en el sector de la energía ayudaría por sí sola a
alcanzar el objetivo de los 2°C (AIE, 2015). Los procesos industriales son otra fuente importante
de GEI. Otra causa importante del cambio climático es la reducción de la capacidad de la bios-
fera para absorber las emisiones, en particular debido al cambio de uso de la tierra (IPCC, 2013).
Efectos en el empleo del objetivo de los 2
oC del Acuerdo de París 569
20152, las emisiones totales aumentaron en términos absolutos de 39 a 54gi-
gatoneladas debido a que el crecimiento del PIB fue mayor (AIE, 2016a;
Indicadores del Desarrollo del Banco Mundial de 2018)
3
. Actualmente, estas
emisiones están muy por encima de la capacidad de la Tierra para absor-
berlas, lo cual genera el cambio climático (IPCC, 2013).
Reducir la intensidad de GEI de la actividad económica para lograr
una disminución de las emisiones globales es fundamental para una econo-
mía respetuosa con el clima (IPCC, 2014b y 2018; Ward et al., 2016). Dado
que la energía es una de las principales fuentes de emisiones de GEI (IPCC,
2014b y 2018), los progresos han de sustentarse en la promoción de la ecien-
cia energética, por una parte, y en el aumento de la proporción de fuentes de
energía que no emiten GEI, por otra
4
. Esto se reconoce en gran medida en los
compromisos adoptados por los signatarios del Acuerdo de París en las con-
tribuciones determinadas a nivel nacional asociadas al mismo (IRENA, 2017;
PNUMA, 2017), así como por diferentes organismos que prestan asesoramien
-
to con respecto a medidas especícas para el sector de la energía (DDPP, 2015;
AIE, 2015 y 2017; IPCC, 2014b).
La Agencia Internacional de la Energía (AIE, 2015) ha formulado re-
comendaciones para la adopción de fuentes de energía renovables y para un
aumento de la eciencia energética a n de alcanzar el objetivo de los 2 °C5.
En su «escenario de los 2 °C» (2 °C scenario, o «2DS») propone una reducción
a escala mundial del 55por ciento de la electricidad generada por la quema
de combustibles fósiles, del 26por ciento de la generada con gas natural y del
13por ciento de la generada con petróleo, en comparación con el escenario
de continuidad, basado en su proyección de la trayectoria actual, que llevaría
a un calentamiento global a largo plazo de aproximadamente 6 °C. También
prevé un aumento mundial de la electricidad generada a partir de fuentes
renovables de energía como la geotérmica, la eólica, la solar fotovoltaica, la
2 En 1990 se emitieron 0,82 kg de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) por cada dólar
PPA del PIB en 2011; en 2014 se habían reducido a 0,48 kg.
3 El dióxido de carbono (CO2) es el gas que más contribuye al efecto invernadero, que es,
a su vez, el responsable del cambio climático. Otros GEI son el metano, los óxidos nitrosos y los
gases uorados (HFC, PFC y SF6). En aras de la simplicidad, estos otros GEI se convierten en una
equivalencia de CO2 (CO2eq) sobre la base de su potencial de calentamiento global (PCG). Por
ejemplo, el óxido nitroso (N2O), emitido durante las actividades agrícolas e industriales, tiene un
PCG de 298 veces el del CO2. Los gases F, comúnmente usados como refrigerantes o extintores,
así como en varios procesos industriales, tienen un PCG que va desde 124 para algunos hidrouo-
rocarbonos especícos a 22 800 para el hexauoruro de azufre. Las emisiones relacionadas con la
energía son en gran medida de CO2.
4 Una economía baja en carbono también requiere la reducción de los GEI no energéticos,
como los que se derivan de los procesos industriales o agrícolas. También puede requerir la promo-
ción de sumideros de carbono (por ejemplo, mediante reforestación y forestación) o el desarrollo
de tecnología para absorber y almacenar los GEI emitidos. Dado que más del 50 por ciento de las
emisiones de GEI son el resultado de la demanda de energía, no puede haber una economía con
bajas emisiones de carbono si no se presta atención especíca a dicho sector (AIE, 2015).
5 Los análisis de este artículo se centran en las recomendaciones de la AIE (2015) y en su
escenario de los 2 °C, no en las contribuciones determinadas a nivel nacional, ya que todavía existe
una brecha entre las metas actualmente denidas en ellas y el objetivo de los 2 °C (PNUMA, 2017).

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