Un mundo en transformación: adaptar el envejecimiento de la población al lugar de trabajo

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Un mundo en transformación
Adaptar al envejecimiento de
la población al lugar de trabajo
En un contexto de mejora de la salud y la
longevidad, menores tasas de natalidad, y
envejecimiento de los hijos del baby boom,
el mundo experimenta una importante
transformación en el terreno de las tendencias
demográfi cas. Aunque la mayoría de los debates
sobre el envejecimiento de la población gira
en torno a la sostenibilidad de los sistemas
de pensiones, en una reciente reunión* de
la OIT se hizo hincapié en la repercusión del
envejecimiento de las sociedades en la oferta
de mano de obra en el sector del comercio
minorista, una actividad que ha reclutado
tradicionalmente un gran porcentaje de
sus trabajadores en el grupo de población
compuesto por personas de 30 o menos años
de edad. Informa Tara S. Kerpelman, periodista
residente en Ginebra, desde Suiza e India.
Para 2050, dos mil millones de personas tendrán
60 o más años de edad, lo que representa un
porcentaje de la población total que traerá
numerosas consecuencias para la sociedad.
La Organización de Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE) estima que, en los próximos
50 años, sus países miembros asistirán a un
acusado incremento del porcentaje de personas
de edad avanzada en la población, así como a una
drástica caída de los grupos cuyos integrantes se
encuentran en la plenitud de su vida laboral.
El efecto de esta transición conlleva asimismo
que se produzca un cambio en la oferta de
mano de obra. Numerosos sectores tendrán
que acometer un ajuste, ya sea mediante la
incorporación de más jóvenes a sus plantillas, o
atrayendo a un mayor número de trabajadores del
segmento de población de más edad.
1 Las necesidades de los trabajadores de edad en relación
con la evolución de los procedimientos de trabajo y
el entorno laboral en el comercio minorista, Ofi cina
Internacional del Trabajo, Ginebra, 2011.
Artículos generales
Los motivos de preocupación destacan especialmente
en el sector minorista, bien conocido por su elevado
nivel de intensidad en el empleo de mano de obra,
y su índice de rotación de personal por encima de
la media. En su informe para la reunión sobre Las
necesidades de los trabajadores de edad en relación
con la evolución de los procedimientos de trabajo y
el entorno laboral en el comercio minorista1, la OIT
propone que el sector revise sus prácticas de empleo,
sus procesos laborales y su entorno de trabajo, con el
n de potenciar su capacidad para atraer y mantener
a más trabajadores de 50 o más años de edad,
especialmente en las funciones de ventas y servicio
al cliente.
Los días 21 y 22 de septiembre de 2011, la OIT
abordó este reto en un foro con representantes de
gobiernos, empleadores y trabajadores denominado
El Foro mundial para el diálogo sobre las
necesidades de los trabajadores de edad avanzada
en relación con el cambio de los procesos laborales
y el entorno de trabajo en el comercio minorista.
“Organizamos el Foro a instancias de los
interlocutores sociales, quienes confi rmaron que
las tendencias demográfi cas les difi cultan seguir
atrayendo a trabajadores de su reserva tradicional
de mano de obra joven”, señaló John Sendanyoye,
Secretario Ejecutivo de la reunión y Especialista del
Sector del Comercio de la OIT. “Con la reunión se
pretendió, en otras cosas, facilitar la formulación
de medidas y políticas que les permitan ampliar su
capacidad más allá de esa reserva de mano de obra
compuesta por trabajadores jóvenes, para extenderla
a los de edad más avanzada”.
De acuerdo con Peter James Stark, portavoz de los
trabajadores en el Foro, existe una necesidad urgente
de adoptar tales medidas. “Tenemos la sensación
de que el sector del comercio minorista no está
orientado al mantenimiento de los trabajadores de
edad avanzada en los lugares de trabajo. Y aunque
no cabe duda de que debemos ocuparnos de
incorporar a trabajadores jóvenes, también hemos
de ser conscientes de los cambios demográfi cos
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© M. Crozet/OIT
que se están produciendo, y de que debemos redoblar
nuestros esfuerzos para adecuar los lugares de trabajo
a los trabajadores de edad avanzada, sobre todo si
consideramos que, en la mayoría de las regiones de
todo el mundo, los gobiernos se proponen elevar la edad
de jubilación”, comentó.
Tanto en el informe de la OIT, como entre los temas
tratados, se propusieron buenas prácticas que pueden
llevarse a cabo, como la formación, el desarrollo y
la promoción, las prácticas de trabajo fl exibles, la
ergonomía y el diseño de los puestos de trabajo.
“Las personas seguirán trabajando
más allá de las edades de jubilación
tradicionales”
“Los minoristas comienzan a abordar los retos
derivados de prestar servicio a sus clientes en un
contexto de envejecimiento de la sociedad”, señala
Peter Woolford, Director Ejecutivo del Consejo
de Empleadores de Canadá, y portavoz de los
empleadores en la reunión de la OIT de septiembre.
“Todos los participantes reconocieron que el mundo
envejece y que, por diversos motivos, las personas
seguirán trabajando más allá de las edades de
jubilación tradicionales”, añadió. “Este hecho
exigirá cambios en los lugares de trabajo, tanto para
acomodar a estos trabajadores, como para sacar
provecho de este recurso”.
Una entidad que ya no percibe el cambio demográfi co
como un problema inmediato es la Cooperativa Migros,
principal minorista comercial privada en Suiza, con
una plantilla de más de 83.000 miembros, lo que
supone que, en dicho país, con una población por
encima de los 7.600.000 habitantes, una de cada
100 personas trabaja para Migros.
“Este hecho supone para nuestra empresa una enorme
responsabilidad socioeconómica”, admitió Jean-
Charles Bruttomesso, Director de Recursos Humanos y
Cultura en Migros Ginebra. “Y somos una empresa que
vive y respira diversidad: nuestros empleados proceden
de más de 90 países, de todos los grupos de edad”.
Cerca del 25% de la plantilla de Migros Ginebra
tiene 50 años o más de edad. “Fundamentalmente
porque los trabajadores se quedan con nosotros a
largo plazo”, comentó Bruttomesso. “Priorizamos
la incorporación de numerosos jóvenes para la
realización de prácticas, y de estudiantes para
ocupar puestos a tiempo parcial, pero también
contamos con un buen número de trabajadores
de edad avanzada que permanecen en la empresa
durante años porque les gusta”, señaló.
En cualquier caso, algunos empleados de mayor
edad sí se integran en la compañía en etapas más
avanzadas de su vida. Por ejemplo, Erna Jaccard,
de 58 años, lleva casi una década trabajando
para Migros Ginebra, donde empezó como cajera.
“Ésta no era mi ámbito profesional original; yo
trabajaba como telegrafi sta para el Estado”,
explicó. “Pero, cuando se me acabó la pensión, mi
situación se puso algo difícil y, con 49 años, decidí
reincorporarme a la población activa”.
“Quería trabajar a tiempo parcial. Trabajando para
Migros puedo salir de casa, ya vacía, y aún dedicarle
tiempo a mis nietos”, comenta Jaccard. Por otra parte,
desde su incorporación, ha trabajado también como
representante del servicio al cliente. “La empresa me
formó para trabajar de cajera nada más incorporarme,
y después, me volvieron a formar para ayudar a atender
consultas de los clientes en información”, explicó.
Migros ha abordado el envejecimiento previsto de
la población activa mediante diversas vías, entre las
que fi gura la contratación y formación extensiva de
trabajadores jóvenes. “Hasta la fecha no carecemos
de este tipo de trabajadores, y parece que les gusta
trabajar aquí”, comenta Bruttomesso. “Ginebra cuenta
con un gran número de instituciones educativas, con
estudiantes que buscan trabajos a tiempo parcial, así
que somos afortunados en ese sentido”.
Adecuar la formación a las
necesidades de los trabajadores
“Las políticas y programas de formación y recursos
humanos deben adecuarse a las necesidades
específi cas de los trabajadores, y los empleadores
han de tomar conciencia de que cada persona,
en cualquier edad, piensa y aprende de manera
diferente”, afi rmó Sendanyoye. “No es una mera
cuestión de ofrecer tales actividades; existe en
realidad la responsabilidad implícita de que los
empleadores las ofrezcan de un modo satisfactorio”.
En este sentido, Migros Ginebra ya asumido tal
concepto: cree en la formación de sus empleados,
jóvenes o no. “Su capacidad para aprender no
disminuye con la edad: es una cuestión de abordar
la formación de manera diferente en las distintas
etapas de la vida”, aseguró Bruttomesso.
De acuerdo con John Sendanyoye, de la OIT, el diálogo
social entre gobiernos, empleadores y sindicatos en
el sector podría facilitar enormemente la adopción de
medidas efi caces encaminadas a potenciar la capacidad
del mismo para atraer y conservar a trabajadores
de todas las edades en un contexto demográfi co
competitivo. “Tal diálogo (un principio fundamental
de la OIT) es crucial para garantizar que las medidas
adoptadas en este sentido se adecuen correctamente
a las características y las necesidades específi cas del
sector del comercio minorista”, concluyó.
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1. el aprendizaje permanente: la empresa anima
a sus empleados a aprovechar la formación
o las clases impartidas, para el aprendizaje
tanto personal, como profesional, e incluso les
entrega 1.000 francos suizos para tal actividad;
2. la flexibilidad: la empresa ofrece más de
300 tipos de puestos de trabajo a tiempo
completo y parcial en el conjunto de su
estructura, y los empleados pueden solicitar
un puesto en diversos sectores (se promueve la
adquisición de destrezas para emprender nuevas
carreras profesionales). Puesto que existen
además tantos emplazamientos de Migros
diferentes, los empleados pueden solicitar que
se les traslade a otro establecimiento si éste se
adapta mejor a sus necesidades;
3. la salud: la empresa es muy consciente de
los motivos de preocupación específicos que
los trabajadores de edad avanzada pueden
generar, pero, con independencia de la edad
de los empleados, Migros les anima a conocer
mejor su salud, y a prestar más atención a
la misma. A los empleados se les ofrecen
además servicios de exploración gratuitos
en los distintos centros de trabajo, al menos
una vez al año, así como exámenes médicos
opcionales en un hospital privado local. Se
les ofrece asimismo una semana más de
vacaciones tras alcanzar los 50 años de edad.
MIGROS GINEBRA MANTIENE
A SUS EMPLEADOS MEDIANTE
LA APLICACIÓN DE UN
PLANTEAMIENTO EN TORNO A
TRES EJES:
© M. Crozet/OIT
LA SITUACIÓN EN LOS PAÍSES EN
DESARROLLO - INDIA
“Aunque los países desarrollados han recorrido el camino más largo
en esta transición demográfica, se prevé que la mayoría de los países
en desarrollo se vean igualmente afectados en los próximos decenios,
si bien resulta difícil predecir en qué medida se parecerán los efectos
a los registrados en los países más desarrollados.”
John Sendanyoye, Especialista del Sector del Comercio, de la OIT
Retos
La mayor parte de la población india carece de seguridad social,
así como de cualquier tipo de fondo de pensiones, señala Mathew
Cherian, Ejecutivo Jefe de HelpAge India. Como consecuencia,
cuando las personas de edad avanzada no trabajan tras superar la
edad de jubilación de 60 años, su situación tiende a colocarse por
debajo del umbral de pobreza.
“Las oportunidades posteriores a la jubilación en India son muy
escasas, y muy alejadas entre sí”, explicó Cherian. “Y cuando eres
pobre, la realidad es que tienes que trabajar hasta que fallezcas.”
El régimen nacional de pensiones de vejez Indira Gandhi trata de
ayudar mediante la provisión de 200 rupias al mes, que equivalen a
unos 4 dólares de Estados Unidos, a las personas que se encuentran
por debajo del umbral de pobreza cuya edad se sitúa entre los 60 y
los 79 años, y de 500 rupias al mes, o unos 10 dólares de Estados
Unidos, a las que han cumplido ya 80 años. “Por desgracia, los
precios de los alimentos en la actualidad son elevados, que esta
prestación, sencillamente, no es suficiente”, señaló Cherian.
Posibles soluciones
Hemos de adoptar dos tipos de políticas a largo plazo:
1. oportunidades posteriores a la jubilación para readaptar
profesionalmente a los trabajadores de edad avanzada, de
manera que puedan realizar otros trabajos o iniciar otras carreras
profesionales. “A la mayoría de las personas de edad avanzada
les gusta trabajar”, afirmó Cherian. “Brindarles una ocupación es
un servicio a la comunidad, y constituye una satisfacción para el
trabajador de edad: le mantiene feliz y le hace sentir valorado”;
2. planificar de cara a las etapas posteriores de la vida, de modo
que los interesados dispongan de un fondo del que vivir tras
la jubilación, y de una asistencia adecuada. “Actualmente,
los menores migran en gran número a las áreas urbanas,
y familias unidas acaban rompiéndose”, advirtió Cherian.
“Una vez que migran los menores, los trabajadores de
edad avanzada se ven obligados a trabajar su propia tierra,
y a cuidarse por sí mismos, pero, en ocasiones, no están
capacitados, y sienten que se han convertido en una carga.”
© M. Crozet/OIT
26 | Diciembre 2011, Nº 73 | Artículos generales

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