Presentación

AuthorElizabeth Odio Benito
PositionMagistrada de la Corte Penal Internacional (2003-2012)
Pages11-16
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Presentación
Al término de la Primera Guerra Mundial, no fue posible juzgar al káiser como
responsable supremo del conicto, tal y como lo previó el Tratado de Versalles,
por razones políticas de los intereses en juego entre las potencias vencedoras de
esa terrible primera gran guerra del siglo XX. Con el paso del tiempo, las potencias
vencedoras de la Segunda Guerra Mundial acabarían convenciéndose de que un
juicio era necesario y posible.
Desde 1942, el Gobierno británico empezó a pensar en esa delicada cuestión
de la responsabilidad individual de militares y civiles en los crímenes que venían
cometiendo los nazis en la guerra, pero en esa época no se veía plausible ni conve-
niente someter a procesos judiciales a los posibles responsables. El propio Winston
Churchill revivió la vieja idea —abolida en la ley inglesa desde 1938— de los “fuera
de ley” y propuso que los fusilaran ahí donde fueran capturados. La preferencia
inglesa por las ejecuciones sumarias duró hasta el mismo nal de la guerra en 1945
y el propio presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt llegó a estar convenci-
do, antes de su muerte en abril de 1945, de que era la solución más práctica.
No obstante, en agosto de 1945, los aliados victoriosos se reunieron en Londres y
rmaron un acuerdo, mediante el cual se creaba un Tribunal Militar Internacional
para juzgar a los más prominentes líderes alemanes acusados de crímenes contra la
paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Para llegar al acuerdo en Londres, rmarlo y aprobar la Carta del Tribunal de
Núremberg, anexada al mismo, las discusiones fueron intensas y arduas entre los
juristas estadounidenses, ingleses, franceses y soviéticos: ¿Quiénes serían acusados
y de qué se les acusaría? ¿Quiénes actuarían como jueces y scales? ¿Cuáles se-
rían los procedimientos a seguir? ¿Dónde recolectarían los elementos de prueba?
¿Cómo garantizarían el debido proceso? Numerosas dicultades y problemas des-
de el punto de vista jurídico que solo se resolvieron mediante compromisos políti-
cos entre las potencias vencedoras. Aún hoy se sigue discutiendo que la denición
de los cargos y la escogencia de los acusados fue todo un ejercicio de arbitrariedad
por parte de los líderes aliados.
ANIDIP, Bogotá, ISSN: 2346-3120 , Vol1, pp. 11-16, 2013

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