La universalidad de los derechos humanos: Balance de los resultados de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Viena, 1993)

AuthorAntônio A. Cançado Trindade
ProfessionPh. D. (Cambridge); Profesor Titular de la Universidad de Brasilia; Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; Miembro Titular del Institut de Droit International
Pages63-92

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I Observaciones preliminares

La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 marcó el punto de partida del proceso histórico de generalización de la protección internacional de los derechos de la persona humana. Para un instrumento internacional que asumiría una importancia trascendental, universalmente reconocido hoy día, los travaux préparatoires de la Declaración Universal de 1948 se realizaron en un período de tiempo relativamente breve. La labor de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas y de su Grupo de Trabajo (1947-1948), seguida de los debates de la III Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas (1948), no dejaron margen de duda en cuanto a sus premisas básicas: los derechos humanos fueron claramente concebidos como inherentes a la persona humana (de ese modo anteriores y superiores al Estado y a toda forma de organización política), a todos los seres humanos, y, como corolario, la acción en su salvaguardia no podría ser considerada como agotándose en la acción del Estado.1

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El proyecto original de una Declaración internacional sobre la materia se desarrolló como una Declaración Universal; la búsqueda de universalidad –con la debida atención a las diferencias culturales– se hizo manifiesta, v. g., en las consultas realizadas por la UNESCO (1947) como contribución al proceso de redacción.2 A la Declaración de 1948 le siguieron los dos Pactos de Derechos Humanos de 1966 (formando la Carta Internacional de Derechos Humanos), y, a lo largo de los años y hasta la fecha, más de setenta tratados de derechos humanos, en vigor en los planos tanto global como regional. En perspectiva histórica, es altamente significativo que la Declaración Universal de 1948 propugnó una concepción necesariamente integral u holística de todos los derechos humanos: trascendiendo las divisiones ideológicas del mundo de su tiempo,3 situó en el mismo plano todas las “categorías” de derechos (civiles, políticos, económicos, sociales y culturales)4 –en un enfoque que fue retomado dos décadas más tarde por la I Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Teherán, 1968), y seguido más recientemente por la II Conferencia Mundial de Derechos Humanos (1993).5

Esta última, en efecto, ha contribuido decisivamente a situar la temática de los derechos humanos en una posiciónPage 65 central en la agenda internacional del siglo XXI. La II Conferencia Mundial de Derechos Humanos, realizada en Viena del 14 al 25 de junio de 1993, fue precedida por un largo proceso preparatorio.6 La Conferencia de Viena ha de ser apreciada en una perspectiva histórica, necesariamente relacionada con la I Conferencia Mundial del género, realizada en Teherán en 1968. Ambas representan, además de evaluaciones globales de la evolución de la materia, pasos decisivos en la construcción de una cultura universal de los derechos humanos. En la Conferencia de Teherán resultó fortalecida la universalización de los derechos humanos mediante la aserción enfática de la indivisibilidad de éstos. Al concluir la Conferencia de Viena, se reconoció que esta temática tiene relación con todos los seres humanos, permea todas las esferas de la actividad humana, y que es legítima la preocupación de toda la comunidad internacional de velar por la observancia de los derechos humanos en todas partes y en cualquier momento.

II La labor de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena (1993)

A diferencia de la I Conferencia Mundial, la más reciente Conferencia de Viena contó con la experiencia acumulada en los últimos años en la operación de los órganos de supervisión internacional. Tuvo, así, la tarea de evaluar esta experiencia, examinar los problemas de coordinación de los múltiples instrumentos de protección y los medios de perfeccionarlos y dotarlos de una mayor eficacia. Con este propósito, contó la Conferencia de Viena con numerosas recomendaciones de las Delegaciones de Estados participantes (avanzadas en los debates de las Plenarias, del Comité Principal y del Comité de Redacción), así como de organismos internacionales (agencias especializadas, fondos y programas de las Naciones Unidas,Page 66 entre otros) y de los propios órganos de supervisión de los derechos humanos (basados en tratados y resoluciones).

1. Forum Mundial de las Organizaciones No Gubernamentales

Ningún relato de la Conferencia de Viena podrá dejar de referirse al gran evento que la precedió, en los días 10 al 12 de junio de 1993, a saber, el Forum Mundial de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG s). El Forum se realizó en el Centro Austríaco en Viena (el mismo de la Conferencia oficial), y se tituló Todos los Derechos Humanos para Todos. En el referido Forum participaron más de dos mil representantes, con un total de cerca de 800 ONG s registradas de todo el mundo (sumadas a otras 200 no registradas). El Forum tuvo lugar en el ámbito de la Conferencia Mundial, y formuló y adoptó una serie de conclusiones y recomendaciones incorporadas a su informe final transmitido a la Conferencia oficial.

En el plano conceptual, las ONG s afirmaron categóricamente la universalidad y la indivisibilidad de los derechos humanos, y recomendaron una mayor atención a los vínculos entre la democracia, el desarrollo y la satisfacción de las necesidades humanas básicas, con atención especial a los sectores más desfavorecidos de la población. Para las ONG s el fenómeno del empobrecimiento de amplios sectores de la población figura como una violación flagrante de todos los derechos humanos, por lo que se impone la capacitación (empowerment) de todos los segmentos de la población.7

El Forum de las ONG s llamó a la ratificación universal de los tratados de derechos humanos, a la democratización del propio sistema de las Naciones Unidas, a la reducción de los gastos militares de los Estados, a la atribución de más recursos por las Naciones Unidas para sus actividades en el campo de los derechos humanos, a la adopción de nuevos mecanismos de respuesta inmediata y eficiente a violaciones masivas de derechos humanos (inclusive las perpetradas por entidades noPage 67 estatales). En el plano operativo, el Forum de las ONG s formuló una serie de recomendaciones concretas tendientes a perfeccionar y fortalecer los mecanismos de protección existentes.8 La contribución de las ONG s a la Conferencia Mundial, mediante estas recomendaciones, fue reconocida como una de las más positivas.

La Conferencia de Viena dejó como una de sus lecciones, la de que en esta área son imprescindibles la participación y la contribución de las ONG s, ya que éstas son las primeras en identificar los problemas concretos de los derechos humanos y también en buscar socorrer a las víctimas y a los amenazados. Si nos es permitido recurrir a una metáfora, diríamos que en los recintos del Centro Austríaco en Viena, el segundo piso era el de la voz de la Conferencia (las Plenarias, complementadas por el Comité Principal), el primer piso era el del cerebro de la Conferencia (las reuniones especializadas y el Comité de Redacción), y el sótano (palco del Forum de las ONG s, llamado afectivamente por los participantes las catacumbas de Viena) era el corazón de la Conferencia y, en verdad, de todo el movimiento internacional de los derechos humanos. Uno no podía funcionar sin el otro.

Se puede anticipar que el futuro de este movimiento se verá marcado por la intensificación del diálogo entre los sectores gubernamentales y las ONG s como portavoces de la sociedad civil y esencialmente dirigidas al bien común. También es posible que los órganos de supervisión internacional cuenten con un mayor auxilio de las ONG s, v. g., en la determinación de los hechos y en la propagación del pensamiento y lenguaje de los derechos humanos, decisivo para la consecución del objetivo último de asegurar su observancia en una amplia escala. No hay que omitir que el propio SecretarioPage 68 General de la Conferencia Mundial (Sr. I. Fall), en su discurso en la sesión de inauguración del Forum de las ONG s, después de resaltar la importancia de la capacitación de los marginados y excluidos para que participen en la realización de sus propios derechos, comunicó al Forum las providencias tomadas en el sentido de ampliar el acceso al sistema de las Naciones Unidas de las ONG s participantes en los trabajos de la II Conferencia Mundial de los Derechos Humanos.9

2. Inauguración de la Conferencia Mundial de Viena: Las Ideas Centrales

Así, en las vísperas de su inauguración, el 14 de junio de 1993, la Conferencia Mundial ya se veía beneficiada con las recomendaciones transmitidas por el Forum de las ONG s. Pero el primer momento significativo de la Conferencia oficial fue el discurso del entonces Secretario General de las Naciones Unidas (Sr. B. Boutros-Ghali), en la sesión de inauguración en la mañana del 14 de junio. Fue una ocasión propicia para ordenar una serie de ideas inspiradoras para intentar orientar los trabajos de las dos semanas que se iniciaban y crear una atmósfera favorable para su desarrollo.

Al referirse al actual período de “aceleración de la Historia”, el Secretario General identificó como los “tres imperativos de la Conferencia de Viena los siguientes: la universalidad (inherente a los derechos humanos, y profundizada por el derecho al desarrollo como un derecho humano), la garantía (a las...

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