Conclusiones y perspectivas en torno a la III cumbre Unión Europea - América Latina

AuthorErnesto Velázquez Baquerizo
ProfessionProfesor principal de la Universidad Estatal de Guayaquil, y de la Universidad Católica de "Santiago de Guayaquil", en Ecuador. Presidente de ECSA Andina. Ministro Magistrado integrante de la Corte Suprema de Justicia. Miembro del Consejo Ejecutivo del IELEPI.
Pages737-757

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La cumbre de Guadalajara

El 28 de mayo de 2004, en la ciudad de Guadalajara, República de México, se reunieron los Jefes de Estado y Gobierno de 58 países, congregados en dos grandes bloques de integración: la Unión Europea y Latino América y el Caribe.

Esta fue la tercera reunión, después de la primera, efectuada en junio de 1999, en América del Sur, en Río de Janeiro, Brasil; y, la segunda en mayo del 2002, en Europa, en Madrid, España. La tercera alternativa nos llevó a América del Norte, en mayo pasado, teniendo a México como país sede.

Las Cumbres Euro-latinoamericanas y del Caribe, se han convertido en una modalidad cuyos resultados nos obligan a determinar si efectivamente son el impulso de actividades prácticas o sólo constituyen meras declaraciones y una sumatoria de buenas intenciones. La asociación birregional agrupa, a esta fecha 58 países, esto es casi un 35 por ciento de los 177 países que integran la comunidad mundial de las Naciones Unidas, en ellos viven 930 millones de habitantes, alrededor del 15 por ciento de la población mundial, con capacidad de consumo elevada y una vida política en democracia, por lo que su opinión tiene un peso en la comunidad mundial, no obstante las asimetrías que la asociación presenta, ya que según el Informe del PNUD sobre el Desarrollo Humano de 2004, todos los países de la UE están en un nivel alto, de 0,800 y superior, en tanto que de los de ALC, 6 se encuentran en igual nivel que la UE; 1 está en el nivel bajo, inferior a 0,500; y, el resto se encuentran en el IDH medio entre 0,500 y 0,799.

Algunas asimetrías de la relación

La relación interregional venía afrontando ya un desequilibrio, con estadísticas que favorecían a la Unión Europea, mientras hacían notoria la debilidad de América Latina y el Caribe, ellas son básicamente: todos los Page 740países miembros de la UE están en el grupo de países de ingreso alto de OCDE (clasificación del Banco Mundial, "Informe sobre el desarrollo mundial 2004", Pág. 251) en tanto que de los ALC 14 aparecen entre los de ingreso medio alto, 14 entre los de ingreso medio bajo y 2 entre los de ingreso bajo.

Otros indicadores son, por ejemplo, mientras que en los países de la UE la esperanza de vida saludable al nacer es de 66,1 años, en ALC es de 58 (PNUD, "Informe sobre IDH 2003" Pág. 195); en cuanto al ingreso nacional bruto, INB, según la paridad del poder adquisitivo, PPA, en dólares per cápita, los países de la UE registran, en la estadística del BM (fuente citada antes) US $ 27.590, en tanto que para los países de ALC se ha establecido en US $ 6.750.

Lo anterior establece una asimetría entre ambas regiones, que se modificará al momento en que ingresen los nuevos países a la UE, que presentan características socio-económicas que demandaran una mayor atención de sus socios continentales, lo que incidirá en menor apoyo a los extra continentales, que presentan iguales demandas, que son menos sentidas en la inmediación de la pobreza europea con relación a ALC.

En esta perspectiva se inscribe además la tradicional influencia de Estados Unidos con la región ALC, debido a la cercanía física, asimetría que constituye la mayor debilidad de la interrelación con Europa, puesto que la UE es un mercado que se auto abastece de la producción agrícola de sus propios socios y pretende obtener mejores perspectivas de precio para sus ciudadanos, antes que recargarlos con los costos de transporte.

Conclusión

Del análisis de las anteriores Declaraciones producidas por las Cumbres, podemos concluir que el estado de la relación entre los dos bloques regionales: Europa y América Latina, mantiene un nivel alto de comunicación y ha sido positivo el efecto, con especial énfasis en el fortalecimiento del régimen democrático en América Latina y el Caribe.

No hay duda que el modelo de Integración Europea, que inspiró la de América Latina y el Caribe, si bien no consiguió iguales resultados en los dos bloques, afirmando asimetrías, hoy constituye semilla fundamental Page 741para caminar hacía la convergencia de los esquemas, afianzando la necesidad de superar las inequidades y buscar una relación más equitativa.

El modelo de diplomacia directa, que reflejan las Cumbres de Jefes de Estado de los dos bloques, revela un aparato estatal, lento y burocrático, que precisa consultas y reuniones previas cada vez más complejas, lo que ha fijado una imagen más declarativa que operativa, constituyéndose en la mejor forma de responder al requerimiento mundial de un multilateralismo que afronte los cambios que requiere el modelo de comunidad jurídica internacional que constituye Naciones Unidas y confronte los efectos perversos de la unipolaridad.

Debe dejarse establecido que la relación de la UE con ALC, en las diferentes reuniones de sus respectivos Gobiernos, que desde 1980 se han producido y los diversos programas de cooperación bi y multilateral entre ambas regiones, han aportado positivamente en el fortalecimiento de la democracia en la región latinoamericana, al posibilitar el empoderamiento, como concepto de la partición de los pobres en las decisiones que los afectan, abriendo la perspectiva de una mayor participación de los sectores más vulnerables y en especial de las organizaciones de la sociedad civil en los procesos de construcción de espacios políticos.

Lo anterior permite formular una importante conclusión, esto es reconocer el aporte decisivo de la UE para que ALC pudiera superar la herencia de las dictaduras que la afectaron en su vida democrática, en especial las dificultades de la gobernabilidad de las nuevas democracias sociales, la vigencia de los derechos fundamentales de las personas y el rediseño de los sistemas constitucionales para el Estado de Derecho, logro de la relación interregional que no se ha estudiado lo suficiente.

Otra conclusión importante, nos lleva a considerar la relación comercial y la expresión en cooperación entre ambas regiones. Según datos de CEPAL, (tomados del artículo del Prof. Detlef Nolte "¿Avances en el camino hacia una alianza estratégica? La 3ra Cumbre entra la UE y Latinoamérica en Guadalajara", portal de Internet http://www.duei.de/iik/show.php/de/conten/ mitarbei-ter/nolte.html). en el 2003 la UE realizó sólo el 4,6 por ciento de su comercio exterior con Latinoamérica; por otra parte para el MERCOSUR, significó participar del 23,5 por ciento del intercambio comercial; lo que en el Mercado Centroamericano se redujo a la cifra de 10,4 por ciento y en el Pacto Andino alcanzó a una participación de sólo un 13 por ciento; cifras que, no Page 742sólo que no son significativas, sino que contrastadas con la participación de los Estados Unidos revelan la importancia del mercado, ya que para el MERCOSUR USA significó el 20,1 por ciento de su comercio exterior, cifra ligeramente menor que la establecida con la UE, para la región de Centroamérica se eleva al 41 por ciento y en el Pacto Andino constituye el 40,4 por ciento.

Las cifras expresadas constituyen indicadores que, en un mundo globalizado por efectos del comercio mundial, permiten determinar que la significación del intercambio no constituye razón negativa antes que positiva para mejorar la relación birregional, con mayor fuerza si se considera que en materia agrícola somos competitivos y en procesos industriales existe una desventaja, que forma una brecha que se agranda cuando se agrega a esta dimensión la tecnología.

Por consecuencia es difícil concluir que la relación será fluida y equitativa, cuando es más alto el interés de ALC por captar la UE como mercado que al contrario. Así como es claro que las normas de calidad para consumidores europeos, que demandan productos agrícolas en condiciones que no son similares que el mercado estadinense, al igual que el gravamen de los costos de flete que inciden en precios más elevados que las opciones de la propia Europa, se han tornado en limitaciones y divergencias antes que en motivos de integración birregional con un equitativo trato comercial.

Perspectiva

La perspectiva para la Cumbre de Guadalajara, no fue en términos de aliento y positiva actitud de logros. Estuvo más bien fortalecida con grandes esperanzas y amenazada por serios temores, una vez que el avance de la relación entre ambas regiones habían puesto en evidencia una toma de conciencia de los desniveles que afectaban la interrelación, determinando un marco inequitativo, ante las necesidades socio-económicas de ALC, que Europa, en un nuevo nivel de su proceso integrador, no estaba en capacidad de soportar, como lo había hecho en el pasado, lo que daba un peso negativo a las asimetrías.

La perspectiva no fue alentadora y estuvo siempre cargada de un subyacente pesimismo. La esperanza de cambio, para que las relaciones converjan en la cohesión social de ambos bloques, radicaba justamente en que la Page 743UE viviría una nueva perspectiva de condiciones de desarrollo que la afectarían en su calidad, al incorporar socios nuevos, países cuyo nivel de desarrollo humano está ubicado en el nivel medio, con problemas muy similares a la pobreza latinoamericana, aunque con potencialidades mayores de afrontar el reto de desarrollo.

El fenómeno del...

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